Esta semana hablaremos de algo sumamente curioso y de lo que muchos, probablemente, no habréis oído hablar: la hiperhidratación o intoxicación por agua, síndrome causado por una ingesta excesiva de agua y que puede acabar causando la muerte para el afectado… ¡SIGUE LEYENDO!
El ser humano es capaz de ingerir hasta 7 litros de agua diarios sin ningún tipo de problema. Eso sí, siempre que no se superen los 1,5 litros por hora, cantidad a partir de la cual podrían aparecer los síntomas característicos de esta hiperhidratación. Entre ellos: dolor de cabeza, irritabilidad, confusión, somnolencia, dificultad para respirar, debilidad, espasmos, náuseas…
¿Por qué ocurre este extraño fenómeno?
Cuando se ingiere gran cantidad de agua en poco tiempo, el cuerpo no es capaz de eliminarla, a través de la orina y el sudor, lo suficientemente rápido.
En consecuencia, la cantidad de agua en sangre aumenta. ¿Qué conlleva esto? Que la concentración de iones como el sodio en sangre baje (más agua y mismo sodio, sodio menos concentrado), generándose una hiponatremia (déficit de sodio en sangre).
Para los que desconocían que el sodio es un elemento clave en nuestro organismo, recopilaremos algunas funciones esenciales que posee este elemento químico. Está implicado en la transmisión del impulso nervioso y por tanto, en la contracción muscular, la cual a su vez forma parte del latido cardíaco y la respiración.
Además, mantiene la flexibilidad de las articulaciones y permite el correcto funcionamiento del estómago. También permite la contracción de los vasos sanguíneos, mantiene la presión osmótica y permite que el calcio se incorpore a los huesos.
En este punto haremos un paréntesis para hablar de la ósmosis. La ósmosis no es más que el fenómeno en el que un líquido o gas (agua, por ejemplo), pasa a través de una membrana, del lugar menos concentrado al más concentrado, para igualar dichas concentraciones.
Si aplicamos este fenómeno al caso de la hiperhidratación: la concentración de sodio en el interior de las células es mucho mayor que en la sangre, debido al exceso de agua que hay en ella. ¿Qué ocurre entonces? Que el agua entra a la célula, por un fenómeno de ósmosis, para tratar de igualar las concentraciones.
¿El resultado? El hinchamiento de las células, lo que puede desembocar en un edema, es decir, la acumulación de agua en órganos o tejidos.
Un edema es especialmente peligroso a nivel cerebral ya que la presión de estas células hinchadas, sobre el bulbo raquídeo puede afectar al sistema nervioso central, el cual regula funciones vitales como la respiración.
Sin embargo, no debe cundir el pánico ya que el agua es sumamente imprescindible para la vida, y en personas sanas este fenómeno es muy poco probable. Las probabilidades aumentan en colectivos tales como los deportistas de resistencia, tipo maratón, los bebes.
O en las personas que están expuestas a condiciones extremas de calor y humedad durante una gran cantidad de horas. Todos ellos con más probabilidades de tomar una ingesta excesiva de agua.
¿Algún ejemplo real?
El caso del famoso Andy Warhol que murió en 1987, o el de Jacqueline Henson, una mujer británica de 40 años, que murió en 2008 por ingerir 4 litros de agua en apenas 2 horas.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
https://supercurioso.com/hiperhidratacion-intoxicacion-agua/
