El ácido ascórbico, para aquellos que no lo sepan, es el nombre químico de la vitamina C. La vitamina C es esencial para nuestro organismo ya que funciona como antioxidante y participa en la síntesis de colágeno, en la función inmune, en la cicatrización y en la síntesis de neurotransmisores.
Sin embargo, somos incapaces de producirla por nosotros mismos, por lo que deber ser ingerida a través de la dieta o mediante suplementos alimenticios. Además, el ácido ascórbico se utiliza como aditivo alimenticio en algunos productos procesados (E300, E301, E302, E303 y E304).
Por ambas razones resulta vital producirla a escala industrial. Esta producción ha pasado por tres etapas:
- Inicialmente la vitamina C se sintetizaba químicamente, con una etapa en la que participaba una bacteria: Acetobacter suboxydans.
- Tras ello se pasaron a usar dos microorganismos (Erwinia herbícola y Corynebacterium), y una última etapa de transformación química. En primer lugar, la bacteria Erwinia herbicola transformaba la glucosa en un compuesto denominado 2,5-DKG. Después, bacterias del género Corynebacterium transformaban este compuesto en 2-KLG, otra molécula, que de forma muy sencilla, era transformada químicamente a ácido ascórbico.
En la imagen podemos ver ambos dos procesos detallados: recuadrado en verde el primero, y en rojo el segundo.

Y por último, la ingeniería genética, ha permitido generar un microrganismo transgénico que realice las dos etapas que llevaban a cabo E. herbícola y Corynebacterium por separado.
Tal y como se observa en la imagen, E. herbicola es modificada genéticamente introduciéndole el gen responsable de producir la enzima que permite a Corynebacterium transformar 2,5-DKG en 2-KLG. De esta forma, obtenemos un bacteria E. herbicola transgénica que es capaz de producir, directamente a partir de la glucosa, el precursor del ácido ascórbico, reduciendo la complejidad del proceso a nivel industrial.

Aunque son procesos totalmente distintos, en todos ellos se requieren microorganismos, sea en mayor o menor medida. Por lo que la vitamina C obtenida con ambos tres procesos se puede considerar un producto biotecnológico. Recalcar que a día de hoy, la mayoría de la vitamina C industrial es sintetizada utilizando el microorganismo transgénico.
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