Esta semana hablaremos de una manera muy concreta de tratar el mieloma múltiple, el tumor que representa el 10% de los cánceres que se desarrollan en la médula ósea.
La terapia celular, se presenta como un novedoso tratamiento para los casos de mieloma múltiple avanzado y sin respuesta a tratamientos previos como la quimioterapia… ¡SIGUE LEYENDO!
Aunque el término terapia celular engloba todo aquel tratamiento que se base en utilizar células como herramienta terapéutica, por ejemplo células madre, nos centraremos en un tipo concreto de terapia celular: la inmunoterapia con linfocitos T.
La inmunoterapia, a su vez, consiste en estimular el propio sistema inmune del paciente con la finalidad de atacar al cáncer. Para ello, se utilizan o bien células o sustancias producidas por el propio paciente o bien diseñadas en un laboratorio para potenciar la función del sistema inmune.
Aunque existen diversos tipos de inmunoterapias: con anticuerpos monoclonales, no específicas, con virus oncolíticos o las vacunas, nos centraremos en la que utiliza los linfocitos T.
Pero antes de nada… ¿Qué es el mieloma?
El mieloma múltiple es un tipo de cáncer hematopoyético que afecta a la médula ósea, concretamente se origina en las células plasmáticas que allí se generan. Las células plasmáticas son las encargadas de producir los anticuerpos que nos defienden frente a patógenos como bacterias y virus.
Si una de estas células se altera y se vuelve cancerígena, se multiplicará descontroládamente generando células plasmáticas erróneas sin capacidad para producir los anticuerpos que nos defienden, llegando, incluso, a sustituir y reducir el número de células sanas de este tipo.
En consecuencia, se puede producir anemia (número bajo de glóbulos rojos), trombocitopenia, (bajo número de plaquetas), y leucopenia (escasez de glóbulos blancos normales). Y como resultado de las 3 situaciones: cansancio mareos, hemorragias, moratones e infecciones.
Además, las células cancerígenas de este tipo pueden interferir con las células óseas que se encargan de mantener en correcto estado los huesos. Y por si fuera poco, también con las células del riñón provocando problemas renales. Es por este motivo por el que se conoce como mieloma múltiple, al afectar de forma sistémica al individuo.
¿Qué más sabemos del mieloma?
El 85% de los casos de mieloma múltiple suelen aparecer a partir de los 65 años; cada año se diagnostican 3-5 casos por cada 100.000 habitantes y no hay grandes diferencias entre sexos. Además, es una enfermedad más frecuente en personas de raza negra, grupo poblacional en el que suele ser más agresiva.
¿En qué consiste específicamente el tratamiento con linfocitos T?
La inmunoterapia con linfocitos o células T consiste en extraer linfocitos T del propio paciente a tratar y modificarlos, genéticamente, para que sean capaces de detectar las células cancerígenas del mieloma.
De forma normal, los patógenos o lo virus que nos infectan poseen en su superficie sustancias (proteínas, glicoproteínas…) que el sistema inmune de nuestro cuerpo reconoce como extrañas. Son precisamente estos linfocitos T los que, tras reconocer a los patógenos, activarán varios mecanismos para destruir a bacterias y virus, pero también a células cancerígenas.
¿Cuál es el problema? Que las células cancerígenas adquieren la capacidad de esconderse del sistema inmune, de forma que los linfocitos T no pueden reconocerlas y atacarlas. Con esta terapia, lo que se intenta es, precisamente, reactivar la capacidad que tiene el sistema inmune de identificarlas y destruirlas.
¿Cómo se consigue? Haciendo que los linfocitos T del paciente expresen en su superficie externa una nueva proteína que reconozca otra molécula de la superficie del mieloma. Y os preguntareis, ¿cómo se logra que una célula propia del paciente exprese una proteína nueva? Utilizando un virus.
Los virus, como ya hemos explicado en repetidas ocasiones, insertan su material genético en el DNA de la célula que infectan para que sea la propia maquinaria celular quien lo copie permitiendo la propagación del virus.
Si aprovechamos la capacidad de los virus para insertar su material genético, podemos seleccionar el gen que produce la proteína de interés, añadirlo en el virus e infectar con este los linfocitos del paciente. De esta manera conseguiremos que los linfocitos T tengan en su DNA un nuevo gen que produzca la proteína que permitirá reconocer las células del mieloma.
Aunque esta terapia solo ha superado la primera fase de ensayos clínicos, ha mostrado ser eficaz en el 90% de los casos. Ahora, hace apenas unos días, se ha seleccionado el primer paciente europeo que participará en la fase 2 de ensayo de esta novedosa estrategia.
Y como solemos decir siempre: solo queda esperar a que las pruebas clínicas demuestren que es una estrategia terapéutica eficaz y que permitirá tratar el mieloma múltiple de manera satisfactoria.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
https://www.cancer.org/es/cancer/mieloma-multiple/acerca/que-es-mieloma-multiple.html
https://www.aecc.es/es/todo-sobre-cancer/tipos-cancer/mieloma-multiple/evolucion-mieloma-multiple