Clásico, muy clásico. El frio no causa resfriados, ni gripe. Los causantes son ciertos tipos de virus, en el caso del catarro, normalmente son los Rhinovirus. Pero entonces, ¿por qué nos acatarramos más en las épocas del año más frías? La respuesta recaé en una combinación de factores.
En primer lugar, cuando hace frío pasamos más tiempo en espacios cerrados. Esto favorece que la diseminación del virus, a través de toses, estornudos o el simple hecho de hablar y respirar, aumente.
Además, por lo general, el virus de la gripe y el resfriado se multiplica mucho mejor con temperaturas más bajas, lo que permite que persistan y se multipliquen durante más tiempo en las superficies contaminadas. A este aspecto, se le suma la sequedad del ambiente. Por un lado, porque los virus también se propagan mejor. Y por otro, porque los ambientes fríos y secos (lo que ocurre con la calefacción), resecan las fosas nasales, en el sentido de que disminuye la producción de moco, e impiden el movimiento de los cilios.
El moco, al final no es más que una mezcla de glícidos y otros componentes que actúan como barrera para que partículas extrañas o microorganismos patógenos no colonicen las vías respiratorias. Si este moco deja de producirse será mucho más fácil que virus acceda a nuestro sistema respiratorio. En el caso de los cilios, hablamos de pequeños filamentos que se mueven para tratar de expulsar agentes extraños de nuestra nariz.
Y por si fuera poco, como consecuencia del frío, nuestros vasos sanguíneos más externos se contraen (disminuyen de diámetro). Así, intentarán reducir el aporte sanguíneo a las extremidades y partes como orejas y nariz, para intentar mantener la temperatura de los órganos vitales en torno a los 36-37 grados. Si estos vasos sanguíneos se contraen, la llegada de las células del sistema inmune a zona externas como la nariz también disminuye. De ahí que se afirme que el frío baja las defensas.
Así que, repitamos, el frío no causa resfriados, ni gripe. El frío aumenta las posibilidades de que un virus aterrice en nuestra nariz y nos cause estas patologías. Por mucho frío que haga o pasemos, sin el virus, no hay constipado, ni gripe.