Creo que la respuesta es obvia. Los mosquitos no se basan en el sabor de tu sangre. Pero entonces, ¿Por qué algunas personas son un mejor blanco que otras para estos insectos? ¿Cómo nos diferencian los mosquitos?
En este tema influyen diferentes factores. En primer lugar, la cantidad de CO2 que expulsamos en la respiración. Las personas con un mayor ritmo metabólico, con mayor masa corporal e incluso las embarazadas, expulsan una mayor cantidad de este gas al exhalar (tiene un ritmo respiratorio mayor). Esto alerta a los mosquitos de que hay sangre cerca para alimentarse.
Otro aspecto que contribuye es el olor corporal. Hay ciertas sustancias que podemos expulsar a través del sudor que atraen a los mosquitos: ácido láctico, ácido úrico, amoniaco, ácido carboxílico, octenol… De nuevo, el olor corporal varía entre cada persona y esto nos hace más susceptibles a unos que a otros.
Por si fuera poco, la temperatura corporal también influye: los mosquitos prefieren temperaturas corporales mayores. Al igual que a las mujeres, por causa hormonal. La carga estrogénica de este sexo atrae más a los mosquitos.
En resumen, la cantidad de azúcar de tu sangre, no es, ni mucho, la explicación por la que un mosquito te prefiere picar a ti.
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