Los interferones son un tipo de citoquinas, unas proteínas producidas por diferentes células del sistema inmune y que poseen la función de coordinar toda la respuesta inmunitaria. Desde inducir la proliferación y diferenciación celular, hasta regular la expresión de genes, pasando por activar o bloquear la actividad de algunas células inmunes. Se trata de pequeñas proteínas que son sintetizadas y únicamente actúan en las células que poseen receptores para ellas. La unión de citoquina y receptor desencadena una señalización celular que acaba induciendo las funciones ya mencionadas.
Aunque dentro de las citoquinas se engloban interleuquinas, factores estimuladores de colonias, interferones…, hoy nos centraremos en estos últimos.
Los interferones tienen un papel clave en la respuesta inmune contra los patógenos, y son capaces de, entre otras funciones, promover la actividad anti-viral y activar las células Natural Killer, que se encargan de marcar y destruir a los patógenos que nos invaden.
A su vez, podemos diferenciar varios tipos de interferones: alfa, beta y gamma, e incluso subclases, cada uno con funciones más específicas. En la actualidad, estos interferones se utilizan para tratar múltiples enfermedades: la enfermedad de Crohn, la esclerosis múltiple, las hepatitis B y C, algunos tipos tumorales… De esta manera, se han desarrollado formas de producir estas moléculas naturales a gran escala.
¿Pero por qué son los interferones son un BIOPRODUCTO?
Porque se utiliza la tecnología del ADN recombinante para producirlos. Para que lo entendamos, se trata de utilizar, para producir una proteína, un organismo que no la genera de forma natural. Para ello, se requiere crear una construcción de ADN (un plásmido) en el que se inserte el gen de interés junto con otros componentes. Este plásmido (que actúa como vector de expresión) con nuestro gen, es después introducido en un microorganismo.
Este microrganismo se cultivará para inducir que se multiplique el máximo número de veces posibles. De esta forma, tendremos muchos microrganismos con nuestro gen. Este gen será expresado por todo ellos y así obtendremos en gran cantidad la proteína de interés.
En el caso de los interferones el microorganismo de elección suele ser E. coli, un bacteria muy estudiada y de sobras conocida ya por los investigadores. ¿Qué debemos hacer nosotros? Proporcionarle a esta bacteria las condiciones de cultivo que más le gusten: temperatura, pH, nutrientes… Después, ella sola se encargará de multiplicarse e ir generando el interferón que solo deberemos aislar y purificar.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Os dejo por aquí una de las tantísimas reviews y artículos sobre interferones:
Manuscript, A. (2015). Interferons : Success in anti-viral immunotherapy. Cytokine & Growth Factor Reviews, 25(4), 369–376. https://doi.org/10.1016/j.cytogfr.2014.07.015.Interferons
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4182113/pdf/nihms624503.pdf