La embolia es la obstrucción de un vaso sanguíneo debido a: la presencia de un coágulo sanguíneo, de una burbuja de aire, de una gota de grasa, de células tumorales o de un cúmulo de bacterias; impidiendo o dificultando la llegada de sangre a la zona afectada.
Los síntomas más comunes son el dolor de pecho, la falta de aliento, tos con sangre, mareos, sudores, respiración acelerada y taquicardia. Las embolias pueden llegar a ser mortales si no son tratadas.