¡Esta semana el nuevo post adquiere forma de entrevista! ¿Quién es nuestra invitada? Conchita Burgos, la número 2 del BIR 2021-2022. ¿En qué consiste esta salida profesional de la ciencia? ¿Qué ofrece laboralmente hablando? ¿Merece la pena? ¿Cómo lo ha logrado? ¿Qué consejos quiere darte? ¡Sigue leyendo!
¿Con quién hablamos hoy?
Se llama Conchita Burgos Ballester, estudió el Grado en Biología por la Universidad de Alcalá (UAH) y tiene un máster en Bioquímica, Biología Molecular y Biomedicina por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
¿Su logro?
Obtener la mejor puntuación en el examen, y el segundo puesto, en la convocatoria BIR 2021-2022. Ahora, es residente de primer año de Bioquímica Clínica en el Hospital 12 de Octubre de Madrid.
¡EMPECEMOS!
Hola Conchita, ¿Qué es el BIR?
Biólogo Interno Residente (BIR) forma parte del programa de Formación Sanitaria Especializada (FSE), al que se puede acceder desde diferentes grados (Biología, Biología Sanitaria, Bioquímica, Biomedicina y Biotecnología, entre otros) como vía oficial de formación de biólogos especialistas en el ámbito sanitario en España.
Se trata de un programa de formación que permite adquirir las capacidades y las responsabilidades propias de cada especialidad, de forma remunerada, programada y supervisada durante 4 años.
¿Cuántas plazas suelen convocarse? ¿Cuántos aspirantes suelen optar a una plaza?
En los últimos años el número de plazas ha ido en aumento, aunque sigue siendo insuficiente. Para este último examen se convocaron 46 plazas (3 de ellas reservadas al cupo de discapacidad) para toda España y fueron admitidos a examen 1.107 opositores. Por lo tanto, hubo 1 plaza para cada 24 aspirantes.
¿Cuáles son las especialidades y en qué se enfoca cada una?
Optamos a 4 especialidades que se enfocan al aspecto más sanitario de las distintas ramas de la biología: Microbiología y Parasitología, Bioquímica Clínica, Análisis Clínicos e Inmunología.
¿En todas las convocatorias se ofrecen plazas de todas las especialidades?
Sí. No siempre se ofertan plazas de las 4 especialidades en todas las comunidades autónomas, pero a nivel de todo el territorio nacional sí están bien representadas.
¿Cuándo y por qué tomaste la decisión de optar por esta salida profesional de la ciencia?
Desde que empecé la carrera lo tuve en mente como una posible opción porque ya sabía que la rama que más me gustaba de la biología era sanitaria y que mi trabajo soñado era en un hospital. Sin embargo, fue el último año de carrera y durante el máster cuando terminé de decidirme. Hice las prácticas del grado y del máster en laboratorios de investigación de dos hospitales, pero quería formarme en el aspecto más clínico y asistencial.
Además, poder trabajar durante 4 años en lo que me gustaba al mismo tiempo que obtenía una especialidad sanitaria me parecía la mejor idea.
¿Qué ofrece profesionalmente? ¿Ventajas y desventajas frente a otras salidas tipo sector privado, doctorado?
La principal ventaja de hacer la residencia es tener trabajo durante 4 años, algo bastante difícil en nuestro ámbito, con un buen sueldo y al mismo tiempo que te estás formando y que obtienes una especialidad sanitaria.
Además, durante la residencia se realizan guardias en 17 y 24 horas que permiten subir bastante el sueldo y obtener una formación muy completa, asistir a cursos y congresos, colaborar con grupos de investigación, escribir publicaciones y, por supuesto, comenzar la tesis doctoral.
Lo más importante pensando a largo plazo es que, al año, solo unos 40-50 biólogos obtienen este título de especialista, por lo que es un punto a favor respecto al resto a la hora de optar a un puesto de trabajo. Además, el BIR es la única vía para obtener el título de Biólogo especialista y poder ejercer como tal en un hospital tanto público como privado.
Otra de las ventajas es que durante la residencia se pueden realizar rotaciones externas en otros hospitales a nivel nacional e internacional, algo que además de ser una muy buena experiencia, puede abrir puertas en el futuro.
Como desventaja, que realmente no lo es tanto, es el tiempo y esfuerzo que requiere esta oposición. A todos nosotros, una vez acabado el grado o el máster, nos apetece seguir investigando o tener un contrato inmediatamente, pero no es algo sencillo y, al final, una vez tienes la rutina de estudio y los conocimientos frescos, merece la pena seguir estudiando unos meses más.
La otra desventaja es que sacar plaza como BIR no te asegura un puesto fijo como en otras oposiciones, pero la formación y el título de especialista sanitario sí hace que, en la mayoría de los casos, se pueda conseguir trabajo muy poco tiempo después de terminar la residencia.
¿Qué debería saber un estudiante antes de elegir esta opción? Consejos, dificultades…
Es un camino duro de mucho sacrificio y esfuerzo, ya que el número de plazas es bajo y cada vez se presentan más aspirantes. Esto hace que la nota de corte en el examen esté próxima al sobresaliente. Sin embargo, es una muy buena opción a nivel laboral y de formación después del grado. Requiere de mucho estudio y práctica de preguntas test y de una dedicación totalmente (o casi) exclusiva.
Para los que decidan empezar a prepararse esta oposición, considero que lo más importante es asumir la nueva rutina que hay que llevar los siguientes meses. Son muchas semanas de renunciar a otros planes pero, teniendo en mente cuál es la meta y que con motivación y fuerza de voluntad se puede sacar, acaba mereciendo la pena.
Por mi experiencia, recomiendo que la preparación sea de la mano de una academia por los apuntes y consejos enfocados a superar esta oposición. Existe mucha competencia y hay que ir muy preparados al examen.
¿Qué debo hacer para presentarme al BIR?
Lo único que necesitas es haber terminado la carrera el año anterior a la celebración del examen, que suele ser el último sábado de enero, porque para realizar la inscripción es necesario aportar el título del grado o, al menos, el justificante de solicitud del título en caso de no disponerlo en ese momento. La inscripción se realiza en el mes de septiembre anterior al examen.
¿Con qué frecuencia salen las convocatorias?
Esta es una de las ventajas de la oposición: tiene carácter anual y suele celebrarse el último sábado de enero, aproximadamente. Esto permite que, si no se consigue plaza en la primera convocatoria, puedas volver a intentarlo el año siguiente sin perder el ritmo de estudio ni esperar varios años a que vuelva a convocarse.
¿Cuánto tiempo dedicaste a prepararte esta oposición?
Yo necesité casi 2 años y medio para conseguir plaza. Para la primera convocatoria solo pude estudiar durante 4 meses y medio, y aun obteniendo una calificación de notable, no fue suficiente. La segunda vez que me presenté me quedé muy cerca, a menos de 20 puestos de sacar plaza, y ya en este último año de preparación he podido no solo sacar plaza, sino quedar en un puesto que me permitiera elegir tanto especialidad como ciudad y hospital.
Es muy común no conseguir plaza en la primera convocatoria (la media suele estar en 2 o 3 convocatorias), no porque sea un examen difícil de aprobar, sino porque al tener pocas plazas, la nota de corte es muy alta. Pero es perfectamente posible si no se pierde la ilusión y se sigue intentando.
Es un examen muy competitivo y la gente va cada vez más preparada. Por eso hay que ir a por todas en cada convocatoria, pero teniendo en cuenta que, si no se consigue plaza no es ni mucho menos un fracaso. Es solo una parada en el camino que te permite ponerte a prueba, coger experiencia y volver con más fuerza a por tu plaza.
¿Cuál es el temario?
Una de las mayores dificultades del examen BIR es que no se dispone de un temario cerrado como en la mayoría de las oposiciones. Las academias que preparan este examen ofrecen un temario orientativo en base a lo que suelen preguntar en las sucesivas convocatorias o a posibles preguntas de actualidad. Esto hace que en el momento del examen nos encontremos con preguntas inesperadas o demasiado específicas, pero que al final son igual de difíciles para todos los aspirantes.
Sin embargo, no es algo que deba echarnos para atrás: las academias tienen unos temarios muy completos que nos preparan para poder responder perfectamente a la mayoría de las preguntas. El temario suele constar de las siguientes asignaturas: fisiología y fisiopatología, bioquímica básica y clínica, biología molecular, genética clínica, microbiología, inmunología, citología, histología, embriología, bioestadística y técnicas instrumentales.
¿Cómo es el examen?
El examen consiste en 200 preguntas de tipo test más otras 10 preguntas de reserva que solo entrarían a formar parte de la puntuación del examen en caso de que la Comisión de Evaluación del Ministerio anulase alguna de las 200 primeras preguntas, algo muy frecuente. Se trata, por tanto, de un examen con 210 preguntas y una duración máxima de 4,5 horas. Cada pregunta consta de 4 posibles respuestas entre las que solo hay 1 opción correcta: cada acierto suma 3 puntos y cada fallo resta 1 punto.
¿Cómo se obtiene la puntuación final?
La puntuación final se calcula en base a la nota del examen (90%) y otros aspectos como el expediente académico (nota final obtenida en el grado y, en caso de disponerlo, en el doctorado).
¿En función de qué elegiste la especialidad? ¿Y la plaza en concreto?
La especialidad de Bioquímica Clínica consiste en el estudio de los procesos metabólicos y moleculares asociados a cambios fisiológicos, patológicos e inducidos por actuaciones terapéuticas. Por lo tanto, consiste en aplicar distintas técnicas analíticas con el objetivo de obtener información útil para la interpretación, prevención, diagnóstico, pronóstico, evolución y respuesta al tratamiento de las enfermedades.
Lo que más me gustaba era la genética y el estudio de las enfermedades desde el punto de vista del laboratorio clínico, como puede ser la detección de marcadores tumorales, y la especialidad que más que aportaba era la de Bioquímica Clínica. Además, me parecía la especialidad más completa para mí, ya que dentro del programa formativo también podemos hacer rotaciones en los servicios de Microbiología, Inmunología, Reproducción asistida, cribado prenatal, Andrología, etc.
En cuanto al hospital, mi intención era quedarme en Madrid. Visité unos cuantos y el que más me convenció fue el Hospital 12 de Octubre: sus instalaciones son nuevas y espectaculares, es un hospital grande que permite ver casos clínicos diversos y obtener una formación muy completa.
¿Puedo hacer el doctorado durante el BIR?
Es posible, y en la mayoría de los hospitales se facilita que los residentes puedan comenzar, sobre todo en los últimos años de residencia, la tesis doctoral. Resulta complicado porque hay que compaginar las tareas como residente con la investigación que requiere un doctorado, pero el estar ya trabajando en un hospital durante la residencia te facilita acceder a un grupo de investigación.
De todas formas, durante este periodo de 4 años también se promueve la asistencia a congresos, la elaboración de posters y escritura de artículos. Por otro lado, existen distintas becas para realizar trabajos de investigación o el doctorado destinadas a especialistas, así que la residencia no implica desligarse de la investigación.
¿Cuáles son las salidas después de hacer el BIR?
La mayoría de los especialistas acaban trabajando en un hospital público o privado, clínicas, centros de investigación, universidades o en la industria farmacéutica, alimentaria o sanitaria. Haber hecho la residencia implica que has estado trabajando 4 años en laboratorios y eso supone formación, experiencia y muchas aptitudes, algo muy valorado en el mercado laboral, además del título de Biólogo especialista, única vía para poder ejercer en un hospital público y privado.
¿Te gustaría comentarnos algo más?
Me gustaría animar a prepararse el BIR a aquellos de tus seguidores que estén planteándoselo. Es muy buena opción si vuestra vocación está en la asistencia sanitaria.
Os ofrece, además de un gran abanico de salidas profesionales una vez seáis especialistas, una formación sanitaria durante 4 años con la posibilidad de acceder al doctorado, de asistir a congresos y cursos, todo ello recibiendo un buen sueldo. Es un camino duro hasta que se consigue la plaza, pero ¡os aseguro que merece muchísimo la pena! Vuestro trabajo os apasionará.