Los bioplásticos se caracterizan por ser biodegradables, es decir, son fácilmente descompuestos por microorganismos como bacterias u hongos, en condiciones ambientales normales. Además, están compuestos por biopolímeros, es decir, unidades que se repiten y que son sintetizadas por ciertos microorganismos.
En este caso hablaremos de los polihidroxialcanoatos (PHAs), un bioplástico formado por unidades repetidas de hidroxialcanoatos. De forma normal, algunas bacterias tienen la capacidad de acumular nutrientes en forma de estos compuestos para cuando requieran su utilización en condiciones adversas de crecimiento.
¿Cómo hacemos nosotros para producirlos? De dos maneras: in vitro, utilizando las enzimas bacterianas encargadas de su producción, o in vivo, utilizando las propias bacterias. En ambos casos estaríamos hablando de productos biotecnológicos, por usar, directamente microorganismos, o partes derivadas de los mismos, las enzimas.
Normalmente, los PHAs sintetizados in vitro se utilizan solo en investigación. Por otro lado, los generados in vivo se pueden producir a través de plantas modificadas genéticamente o por fermentación microbiana utilizando microorganismos como Ralstonia eutropha o Pseudomona oloevorans.
Este tipo de bioplásticos pueden sustituir a la gran mayoría de plásticos obtenidos del petróleo, solucionando así los problemas de la contaminación asociada a los mismos.
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