El mito de esta semana no es demasiado agradable, aunque sí tan natural como la vida misma: las flatulencias. ¿Por qué expulsamos estos gases? ¿Son las bacterias intestinales las responsables?
Las flatulencias pueden provenir directamente del aire que tragamos al ingerir saliva, alimentos o bebidas, especialmente con pajita (algo que deberías dejar de usar si te preocupa un poco el medio ambiente), o bien de la reacción de los alimentos con los jugos gástricos. Sin embargo, vamos a centrarnos en la causa mayoritaria, las flatulencias provocadas por… ¡Las bacterias! No dejo de ser biotecnológa, y al final cada uno tira para casa, ¿no?
Con nosotros convive la llamada microbiota, un conjunto de microorganismos, en su mayoría bacterias, que nos aportan numerosos beneficios. El 90% de las bacterias las encontramos en el intestino. ¿Cuántas? Unos 38 billones aproximadamente y en un hombre estándar. Estas bacterias nos ayudan a digerir alimentos como la fibra, al poseer enzimas que nosotros no tenemos; o a producir vitaminas esenciales como la B12 o la K. (Entre otras muchas funciones).
“La fermentación de hidratos de carbono no digeribles por el anfitrión tiene lugar fundamentalmente en ciego y colon derecho. Constituye una fuente de energía importante para la proliferación bacteriana, y además produce ácidos grasos de cadena corta (acetato, butirato…) que el anfitrión puede absorber. Esto se traduce en recuperación de energía de la dieta y favorece la absorción de iones (Ca, Mg, Fe) en el ciego. Las funciones metabólicas también incluyen la producción de vitaminas (K, B12, biotina, ácido fólico y pantoténico) y la síntesis de aminoácidos a partir del amoníaco o la urea”. (Guarner, 2007)
Y es precisamente uno de los beneficios que nos aportan lo que genera estos indeseables gases. Cuando las bacterias intestinales reciben restos alimenticios ricos en carbohidratos que nosotros no podemos digerir (fibra) aprovechan estos nutrientes como fuente de energía. Y en ese proceso de fermentación generan los gases que se liberan al llegar al ano: CO2, hidrógeno, metano y nitrógeno.
¿Por qué algunas flatulencias huelen mal y otras no? Este aspecto dependerá de los gases producidos. Y estos, a su vez, de la fermentación específica que se realice en función de qué compuesto llegue al intestino y qué bacteria pueda aprovecharlo. En definitiva, de la composición de los alimentos que ingerimos. En cualquier caso, el azufre suele ser el responsable del olor desagradable de las flatulencias.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Guarner, F. (2007). Role of intestinal flora in health and disease. Nutricion Hospitalaria, 22(SUPPL. 2), 14–19.
Sebastián-Domingo, J.-J., Sánchez-Sánchez, C., Sebastián-Domingo, J.-J., & Sánchez-Sánchez, C. (2018). De la flora intestinal al microbioma. Revista Española de Enfermedades Digestivas, 110(1), 51–56. https://doi.org/10.17235/REED.2017.4947/2017