Dado que estoy totalmente en contra del sensacionalismo periodístico que está tan de moda, y dado que por su puesto, yo no soy periodista si no científica, me gustaría empezar el artículo resaltando el tiempo verbal que estamos utilizando: podría afectar.
Teniendo esto en cuenta, ahora sí, ¡empecemos!
Un grupo de epidemiólogos de Harvard ha estudiado la relación entre la toma de antibióticos (durante al menos 2 meses) con el deterioro cognitivo en un grupo de más de 14.000 mujeres (de 54 años de media) entre los años 2014 y 2018. ¿Qué han descubierto? ¿Son los antibióticos los verdaderos responsables? ¡Sigue leyendo!
Antibióticos
Empezaremos recordando qué son los antibióticos. Los antibióticos son moléculas cuya finalidad es frenar el crecimiento (antibióticos bacteriostáticos) o directamente matar (antibióticos bactericidas) bacterias. Sí, únicamente bacterias, ni hongos, ni virus, solo bacterias.
Sabemos que los antibióticos tienen un efecto en la microbiota intestinal cuando los tomamos. Aunque la finalidad de ingerirlos son las bacterias patógenas que nos causan la infección que estamos tratando, también se llevan por delante las bacterias beneficiosas que albergamos, entre otros lugares, en el intestino. Allí las bacterias forman lo que se conoce como microbiota intestinal, el conjunto de microrganismos beneficiosos que nos ayudan entre otros a digerir los alimentos y asimilar ciertos nutrientes.
De hecho, la toma de antibióticos puede provocar como efecto secundario frecuente diarrea o alteraciones intestinales, por este mismo motivo. En este sentido, y debido al aumento de las bacterias resistentes por el mal uso de antibióticos, la comunidad médica empieza a estar cada vez más concienciada de la importantica de recetar antibióticos únicamente cuando se ha comprobado la infección bacteriana. Igualmente, la población aun debería concienciarse y tomarlos exclusivamente cuando son recetados y siguiendo exhaustivamente las pautas del médico y del propio medicamento.
¿Te interesa el tema de la resistencia bacteriana a los antibióticos? https://www.mariairanzobiotec.com/super-bacterias-llegan-quedarse/
Eje intestino-cerebro
Bien, entendemos que la toma de antibióticos puede afectar a la función intestinal, pero ¿qué tiene que ver a nivel cerebral? ¿Qué tiene que ver con el desarrollo cognitivo? En este punto hablaremos del eje intestino-cerebro.
Tal y como explican Carabotti y colaboradores “El eje intestino-cerebro (GBA: Gut brain axis) consiste en la comunicación bidireccional entre el sistema nervioso central y el entérico, vinculando los centros emocionales y cognitivos del cerebro con las funciones intestinales periféricas.
Los recientes avances en la investigación han descrito la importancia de la microbiota intestinal para influir en estas interacciones. Esta interacción entre la microbiota y el GBA parece ser bidireccional, es decir, a través de la señalización de la microbiota intestinal al cerebro y del cerebro a la microbiota intestinal por medio de enlaces neurales, endocrinos, inmunes y humorales”.
Es decir, y tal y como recoge nuestro artículo de referencia hoy nuestro microbioma intestinal puede contribuir al desarrollo de enfermedades como la depresión, la esquizofrenia, el autismo, la ansiedad o la formación de placas amiloideas (vinculadas a la enfermedad del Alzheimer). Igualmente, el uso crónico de antibióticos también se ha relacionado con el incremento del riesgo de sufrir entre otras, obesidad y cáncer.
Estudio epidemiológico
¿Cómo estudiaron estos investigadores la posible relación entre el deterioro cognitivo y la toma de antibióticos? Mediante un estudio epidemiológico prospectivo de cohortes. Alto ahí, ¿de cohortes? ¿Prospectivo?
Los estudios epidemiológicos tratan de estudiar la frecuencia, distribución y los determinantes de la salud y la enfermedad. Dentro de los estudios epidemiológicos, y clasificándolos solo según su finalidad, encontramos los descriptivos y los analíticos. Mientras que los descriptivos estudian la frecuencia y distribución de las enfermedades utilizando las preguntas ¿Quién? ¿Dónde? ¿Cuándo?…; los analíticos evalúan relaciones causa-efecto mediante la pregunta ¿Por qué?
En este sentido, los estudios epidemiológicos de cohortes son un tipo de estudio descriptivo en el que los individuos se clasifican en dos grupos (cohortes) en función de la ausencia o la presencia de exposición a un factor (en este caso, la toma o no de antibióticos).
Si ahora los clasificamos en función de la relación temporal los estudios epidemiológicos pueden ser prospectivos (el efecto analizado aparece una vez iniciado el estudio) o retrospectivos (el efecto ya ha sucedido al iniciarse el estudio). En este caso, el estudio es prospectivo por que el efecto analizado es el deterioro cognitivo, que se mide después de la toma de antibióticos (el factor analizado).
¿Te gustaría que habláramos más en detalle de los estudios epidemiológicos, de todas las clasificaciones y de todos los tipos? ¡Déjame un comentario! Aquí o en las redes sociales.
Relación entre el deterioro cognitivo y los antibióticos
Pero sigamos. El estudio de nuestros investigadores tomó como base de datos el Nurses’ Health Study II (un mega estudio que comenzó en 1989, con más de 100.000 mujeres de entre 25 y 42 años, en el que cada dos años, las participantes rellenaban información sobre estilo de vida, medicación y factores de riesgo…)
En 2009, estos investigadores preguntaron a las participantes con una media de 54,7 años sobre la duración total de sus tratamientos con antibióticos y cuál fue la finalidad de su uso (tipo de enfermedad tratada). Después de 7 años, a partir de la primera tomas de antibióticos reportada por esas mujeres, las participantes realizaron, entre 2014 y 2018, un test cognitivo basado en 4 categorías:
- Detección. Medir la función psicomotriz y la velocidad de procesamiento de la información.
- Identificación. Medir la vigilancia y atención visuales.
- Aprendizaje. Medir el aprendizaje visual y la memoria a corto plazo.
- One back. Medir la atención y memoria de trabajo.
Tras considerar posibles factores de confusión (como el índice de masa corporal, el uso de antidepresivos, el tabaquismo, la presión arterial, el colesterol, la actividad física…) y realizar un análisis estadístico, los investigadores llegaron a la siguiente conclusión.
Hagamos un paréntesis ¿Qué es un factor de confusión? Un factor de confusión, es una variable que está asociada con el evento en estudio de manera causal, es decir, son factores de riesgo para el evento en estudio. Pongamos un ejemplo: estamos estudiando cómo afecta el tabaco en la mortalidad de las personas, y no se tienen en cuenta la edad de esas personas. Dado que la edad es un factor que afecta a la mortalidad debería tenerse en cuenta en ese análisis.
¿La conclusión de los investigadores? El incremento de tiempo de exposición a antibióticos estaba significativamente asociado con peores resultados en los análisis cognitivos. Además, determinaron que el uso de antibióticos afectaba a la perdida de la cognición global, el aprendizaje, la memoria de trabajo, la velocidad psicomotriz y la atención de forma equivalente a 3 o 4 años de envejecimiento.
Limitaciones del estudio
Tal y como el propio estudio reconoce, las limitaciones de esta investigación se basan, primero, en la no especificación de la ruta de administración o el tipo concreto de antibiótico tomado. Además, los datos son proporcionados por las propias participantes, los cual no deja ser un tipo de sesgo que debe ser considerado.
Otra interrupción: los sesgos. Se denomina sesgo a cualquier error sistemático o no aleatorio que compromete la validez de un estudio. Un ejemplo: Efecto Hawthorne o vigilancia, que se produce cuando los participantes en un estudio, al saber que están siendo controlados en el mismo, modifican sus hábitos y por tanto alteran el resultado.
Sigamos con las limitaciones. Además, de la no especificación del tipo de antibióticos y el sesgo de que son las participantes las que aportan la información, tenemos el hecho de que las funciones cognitivas pueden diferir entre hombres y mujeres, así como en otros grupos sociales, por lo que se debería realizar el estudio en poblaciones más diversas. Por otro lado, en el estudio tampoco pudieron relacionar directamente las características de la microbiota con las puntuaciones del test cognitivo. Por último, como en cualquier estudio observacional, no se pueden obviar o no considerar los factores de confusión no medidos y residuales.
En conclusión, y con lo que nos tenemos que quedar de esta noticia es que tenemos una primera relación entre el uso de antibióticos y el deterioro cognitivo en mujeres que aún debe analizarse más en detalle. Y aunque tampoco tengamos todavía la causa o explicación de esta relación, lo que sí corrobora es que como avanzamos al inicio debemos ser precavidos y responsables con el uso de los antibióticos.
¿Te ha gustado el post? ¿Has aprendido algo nuevo? ¿Quieres conocer más al detalle este asunto? No dudes en dejar un comentario o ponerte en contacto a través de maria@mariairanzobiotec.com, para más dudas. Visita también mis redes sociales para mantenerte al día de todas las novedades de la web, y suscríbete para recibir en primicia todas las publicaciones: https://www.mariairanzobiotec.com/suscriptores-biotecnologia/