Llega el verano, y con él, las ganas de salir, beber, el rollo de siempre… (Gracias por el temazo Extremoduro). Y qué mejor momento para hablar del alcohol… Y de paso, y dejando las bromas aparte, concienciar sobre esta droga de amplio consumo.
“Según la OMS, el abuso del alcohol contribuye a tres millones de muertes al año en el mundo. El abuso de alcohol es la causa de hasta el 10% de todas las muertes en el grupo de edad de 15 a 49 años” (Birkova et al., 2021).
“Además de los problemas sociales y psiquiátricos, más de 200 enfermedades que afectan a órganos, como el cerebro, el corazón, el tracto gastrointestinal y el hígado, están relacionadas con el consumo habitual de alcohol” (Hyun et al., 2021).
Para entender un poco mejor cómo nos afecta el alcohol, empezaremos por el viaje que realiza el alcohol una vez que tú lo ingieres.
El alcohol que consumimos, concretamente etanol (CH3CH2OH), llega al estómago, donde una pequeña parte se absorbe y pasa al torrente sanguíneo. Sin embargo, la gran mayoría atraviesa todo el sistema digestivo, y es en el intestino donde se produce la absorción mayoritaria.
Una vez en sangre, sin necesidad de proteínas transportadoras, el alcohol se distribuye por todo el organismo, llegando a todos los órganos del cuerpo. Así, el etanol, es capaz de atravesar la membrana plasmática de las células en función del contenido de agua que estas posean. De hecho, el etanol pasará a las células hasta alcanzar la misma concentración que en sangre.
Y precisamente, es su distribución por el cuerpo, lo que empieza a generar sus efectos tóxicos en los diferentes órganos. ¿Cómo lo intenta solucionar nuestro cuerpo? Con su metabolización, es decir, su transformación a otros componentes no tóxicos.
Metabolismo del alcohol
Aproximadamente el 10% del etanol se excreta al llegar a riñones y pulmones a través del aliento, el sudor y la orina. *Es esta la razón por la que se usan alcoholímetros.
El resto del alcohol es metabolizado mayoritariamente en el hígado (aunque una pequeña parte también en la mucosa del estómago nada más ingerirlo). Tras su llegada al hígado a través de la vena porta, el etanol puede metabolizarse a través de 2 vías: la oxidativa y la no oxidativa.
Vía oxidativa
La vía oxidativa, la mayoritaria, está compuesta por dos pasos. En primer lugar, el alcohol es transformado en acetaldehído, gracias a la acción de la enzima alcohol deshidrogenasa.
Adicionalmente, entra en juego otra proteína: el citrocomo p450, cuya expresión aumenta cuando se consume alcohol y que colaborará en la producción de acetaldehído. Por último, aunque mucho más minoritaria la catalasa de los peroxisomas, un orgánulo celular, también es capaz de descomponer el etanol en acetaldehído.
En segundo lugar, el acetaldehído es convertido, también en el hígado, a ácido acético (o acetato) por la aldehído deshidrogenasa.
Finalmente, el acetato, que se utiliza como fuente de energía, se distribuye de nuevo por todo el organismo, y se metaboliza en dióxido de carbono, ácidos grasos y agua en los tejidos periféricos.
Vía no oxidativa
La vía no oxidativa, consiste en que una pequeña cantidad de alcohol se conjuga con varios metabolitos endógenos por diferentes enzimas.
Pero ¿Qué es lo que nos emborracha?
Recapitulemos. Una vez en sangre, el alcohol es capaz de distribuirse por todos los órganos causando sus efectos tóxicos. Y cuando decimos todos los órganos, también nos referimos al cerebro, ya que el etanol es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica (y también la placentaria en los embarazos). Será en el cerebro donde empiece a provocar los síntomas o efectos tóxicos a los que comúnmente llamamos emborrachamiento.
¿De qué depende su eliminación del cuerpo?
De las enzimas y su ritmo de actuación. Cuanto más alcohol ingerimos, más cantidad viaja por la sangre, los órganos y el cerebro causando sus efectos, antes de que las enzimas encargadas de su metabolización tengan tiempo de transformarlo. Es decir, el emborrachamiento nos durará hasta que las enzimas encargadas de su metabolización consigan eliminar todo el etanol de la sangre.
Obviamente, su ritmo de actuación es mucho más lento que tú ingiriendo las copas, por eso es posible emborracharnos.
¿Cuáles son los efectos tóxicos? ¿Qué es la resaca? ¡DESCÚBRELO!
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BIBLIOGRAFIA
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Birková A, Hubková B, Čižmárová B, Bolerázska B. Current View on the Mechanisms of Alcohol-Mediated Toxicity. Int J Mol Sci. 2021 Sep 7;22(18):9686. doi: 10.3390/ijms22189686. PMID: 34575850; PMCID: PMC8472195.
Cederbaum AI. Alcohol metabolism. Clin Liver Dis. 2012 Nov;16(4):667-85. doi: 10.1016/j.cld.2012.08.002. PMID: 23101976; PMCID: PMC3484320.
Hyun J, Han J, Lee C, Yoon M, Jung Y. Pathophysiological Aspects of Alcohol Metabolism in the Liver. Int J Mol Sci. 2021 May 27;22(11):5717. doi: 10.3390/ijms22115717. PMID: 34071962; PMCID: PMC8197869.
Palmer E, Tyacke R, Sastre M, Lingford-Hughes A, Nutt D, Ward RJ. Alcohol Hangover: Underlying Biochemical, Inflammatory and Neurochemical Mechanisms. Alcohol Alcohol. 2019 May 1;54(3):196-203. doi: 10.1093/alcalc/agz016. PMID: 30916313.
[…] Si no lo habéis leído os dejo aquí el enlace: ¿CÓMO ACTÚA EL ALCOHOL EN TU CUERPO? […]
[…] Si no lo habéis leído os dejo aquí el enlace: https://www.mariairanzobiotec.com/actua-alcohol-cuerpo/ […]
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[…] En primer lugar hablaremos un poco más del alcohol. Tal y cómo os explique hace unos meses en OTRO POST: […]
Es necesario el alcohol,en pequeñas cantidades, para un mejor funcionamiento de nuestro organismo?
No, es totalmente innecesario!